Casi todos los hombres desean a una mujer repleta de virtudes, pero hay que ponerle un poco de atención, se debe tener en cuenta que son libros con fundamento cristiano; así se entiende, que tanto el hombre como la mujer deben tener virtud, si un hombre quiere una buena mujer, también debe ser un buen hombre.
¿Alguna vez te has preguntado “Quién es esa perfecta mujer sin nombre de la que Salomón escribió en Proverbios 31? ¿Es real?” La respuesta es “sí” y “no”. Déjame explicarte. Hemos visto que una mujer piadosa es difícil de encontrar y un tesoro para su esposo y que él puede confiar en ella en todas las áreas.
La mujer de Proverbios le da a su esposo bien y no mal. ¿De dónde viene tanta bondad? Viene de su caminar con Dios, es parte del fruto del Espíritu. Hacer el bien está en su carácter. ¿Y a quién le hace bien? ¿A sus vecinas, sus amigas o compañeras de gimnasio? No. Le hace bien a su esposo en primer lugar.
Ella no habla de hacerle bien a su esposo, ¡lo hace de una vez! Cocina con agrado, limpia, se ocupa de los niños y mira cada céntimo. Voluntariamente se somete a su marido, lo respeta y bendice. Voluntariamente responde a su acercamiento físico y busca satisfacerlo en el dormitorio. No le critica una y otra vez por lo mismo, sino que le ama a pesar de sus fallos. Ella conoce el poder de sus palabras y no las usa para hacerle daño en un momento de ira.
Tu caminar con Dios es la clave para tener paz en medio de un matrimonio con luchas. No puedes controlar el caminar de tu esposo con Dios, sólo el tuyo. Pero cuando fielmente oras, lees la Palabra de Dios y la obedeces, el curso de tu matrimonio cambiará. ¿Necesitas un cambio de rumbo hoy? ¡Sigue a Dios y dale a tu esposo bien todos los días de tu vida!